A la hora de decantarse por un nuevo terminal, el usuario medio suele poner el foco en las prestaciones fotográficas. Buscamos resolución, un buen rango dinámico, brillo y contraste; sin embargo, la tecnología móvil ha avanzado hacia territorios que van mucho más allá de la simple captura de imágenes o el consumo de redes sociales. Hoy en día, nuestros dispositivos se están transformando en herramientas de edición avanzadas capaces de salvar una mala fotografía y, simultáneamente, en plataformas de juego que desafían la barrera entre el teléfono y la consola portátil.
El fin de los intrusos en nuestras fotografías
Por muy buena que sea la lente de nuestro móvil, hay imprevistos que la óptica no puede controlar. Es una situación clásica: capturamos el paisaje perfecto o un retrato ideal, pero un objeto indeseado o un transeúnte despistado se ha colado en el encuadre arruinando la composición. Afortunadamente, los fabricantes han comenzado a integrar soluciones de software nativas que hacen innecesario el paso por el ordenador.
Samsung, por ejemplo, ha refinado esta herramienta con el tiempo. Aunque en sus primeros modelos no estaba disponible, ahora basta con acceder a la galería, pulsar en editar y buscar en el menú de los tres puntos la opción ‘Labs’. Allí, con el borrador de objetos activado, podemos seleccionar y eliminar cualquier elemento que sobre. Xiaomi y vivo ofrecen una experiencia similar y muy intuitiva desde sus propios editores de galería; en el caso de vivo, el sistema tiene la delicadeza de generar una copia con los cambios, preservando el original por si el resultado no nos convence. Huawei también se suma a esta tendencia, aunque con matices: su función ‘Quitar transeúntes’ está diseñada específicamente para fotos tomadas en movimiento y centrada en eliminar personas del fondo.
Alternativas para usuarios de iPhone y herramientas de terceros
Curiosamente, a pesar de la fama de sus cámaras, los usuarios de Apple a menudo se encuentran huérfanos de esta función de forma nativa en la aplicación de fotos y deben agudizar el ingenio. Para aquellos cuyo sistema operativo no incluye estas “varitas mágicas”, el mercado de aplicaciones y la web ofrecen soluciones robustas.
TouchRetouch se ha posicionado como una referencia en la App Store. Su mecánica es idéntica a las nativas: abrir, seleccionar el defecto y borrar. Si bien no es gratuita, su coste es asumible para quien retoque con frecuencia. Por otro lado, quienes prefieran no instalar nada pueden recurrir a TheInPaint, una web que permite subir la imagen y limpiar la zona deseada en segundos. Aunque herramientas profesionales como Photoshop siguen siendo el estándar de oro en fiabilidad, estas utilidades ligeras ganan por goleada en rapidez y sencillez para el día a día.
AYANEO Pocket Play: cuando el móvil se disfraza de consola
Mientras el software perfecciona nuestras imágenes, el hardware busca nuevas fronteras en el entretenimiento. Llevamos tiempo viendo “móviles gaming” que, en esencia, son teléfonos con pantallas táctiles vitaminadas, mejor refrigeración y muchas luces RGB. Sin embargo, la propuesta del AYANEO Pocket Play rompe con esa dinámica y recupera un factor de forma que muchos añoraban.
Este dispositivo híbrido incorpora un mando deslizante que lo convierte en un cruce entre un teléfono inteligente convencional y una consola portátil. La referencia ineludible aquí es el Sony Xperia Play, que intentó algo similar hace casi 15 años. No obstante, la tecnología ha recorrido un largo camino desde entonces: los marcos se han reducido, las pantallas han crecido y la potencia actual permite emular consolas clásicas e incluso ejecutar ciertos juegos de PC.
Innovación en los controles y diseño
AYANEO ha publicado imágenes y vídeos que dejan ver un diseño cuidado en blanco o negro, con cámaras traseras duales, flash LED y altavoces estéreo. Lo verdaderamente interesante radica en su interfaz de control. Además de la cruceta, los botones de acción y los gatillos, el dispositivo monta dos ‘touchpads’ duales.
Esta decisión de diseño es clave: funcionan como joysticks virtuales o superficies táctiles, lo que permite jugar a títulos diseñados para ratón o mover un cursor, pero también sustituyen a los sticks analógicos tradicionales. Al no tener palancas físicas que sobresalgan, el mecanismo deslizante puede ocultarse tras la pantalla sin añadir un grosor excesivo al terminal cuando lo usamos como teléfono. Aunque la compañía aún se guarda la carta de las especificaciones técnicas detalladas —procesador, memoria y almacenamiento son una incógnita—, queda claro que la industria móvil sigue buscando converger todas nuestras necesidades digitales, desde la edición fotográfica perfecta hasta la experiencia de juego inmersiva, en un solo dispositivo que cabe en el bolsillo.
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